Pero volvamos un poco atrás para repasar los intentos de civilizaciones como los Mayas en América Central que insertaban conchillas imitando dientes o piedras en los alvéolos
CITO (1) E. Ring, Malvin. Historia de la odontología. Texto: Ana María Pachón, Col.188
“la mandíbula encontrada en la Playa de los Muertos, en los márgenes del río Ulúa en Honduras por el doctor Wilson Popenoe y su esposa la cual fue estudiada por el brasileño Amadeo Bobbio. Dicha mandíbula presenta tres incisivos ausentes que fueron reemplazados por otros tantos dientes artificiales implantados. La imitación de los dientes naturales es perfecta y se encontraban firmemente implantados en el proceso alveolar. Las pruebas radiológicas efectuadas por el profesor Bobbio en 1970 probaron la formación de hueso compacto alrededor de dos de los implantes, hueso radiográficamente similar al que rodearía a un implante de lámina actual. Bobbio concluye que estos dientes artificiales son los primeros auténticos implantes endo-oseos conocidos.
Es muy probable que las implantaciones de los mayas tuvieran un bajo porcentaje de éxito ya que se desarrollaban en un medio contaminado, con materiales que desencadenaban reacciones inmunológicas, con los fenómenos de rechazo antes mencionados. y es probable que los restos encontrados, sean una excepción a las reglas y que el fracaso fuera la norma.
Pero esto demuestra que una civilización cientos de años anterior a la nuestra (600 DC) y sin medios tecnológicos para llevar a cabo operaciones de este tipo, se adelanta en el tiempo realizando unas practicas que partiendo de la intuición y obedeciendo a la estética de la época tiene, sin embargo una funcionalidad adecuada y que en este caso según las pruebas efectuadas tuvo una larga duración”.
Mas adelante Fauchard ya en el siglo XIX impuso la moda de los trasplantes de dientes de pobres a ricos.
Esta práctica se dejó de utilizar por la transmisión de enfermedades como la sífilis.
Cito a Diego Bagur en " La endodoncia del siglo XIX " en la Revista del Museo de la FUBA año 10 Nº19 1995.
"...es muy conocida la anécdota de Fauchard: un capitán acude al gabinete para que se le saque un canino superior y pregunta si es posible el transplante de otro canino sano. Ante la respuesta afirmativa hace entrar a un soldado, a quien le había pedido su diente sano. Realizado el transplante del diente 6 años mas tarde se constata el éxito de su tratamiento..." Lefoulon critica severamente el transplante de dientes 1841 considerándolo una operación inmoral ya que se trata de comprar el diente sano de una persona que consiente por necesidad a esa mutilación.
No estaríamos hablando de implantes sin la curiosidad del hombre, sin la evolución de la tecnología, sin el desarrollo de biomateriales
Durante todas las épocas el hombre intentó reemplazar sus piezas perdidas por diferentes métodos. Utilizo todo tipo de elementos y materiales disponibles para conseguirlo pero recién en los últimos años consiguió con ayuda de la ciencia y la tecnología, tener éxito en términos de perdurabilidad y de predecibilidad de los sistemas implantarios
La actitud del hombre de tratar de incluir los dientes en los maxilares fue recurrente a lo largo de la historia y lo que cambió entre los sucesivos intentos fueron las circunstancias.
CITO (1) E. Ring, Malvin. Historia de la odontología. Texto: Ana María Pachón, Col.188
“la mandíbula encontrada en la Playa de los Muertos, en los márgenes del río Ulúa en Honduras por el doctor Wilson Popenoe y su esposa la cual fue estudiada por el brasileño Amadeo Bobbio. Dicha mandíbula presenta tres incisivos ausentes que fueron reemplazados por otros tantos dientes artificiales implantados. La imitación de los dientes naturales es perfecta y se encontraban firmemente implantados en el proceso alveolar. Las pruebas radiológicas efectuadas por el profesor Bobbio en 1970 probaron la formación de hueso compacto alrededor de dos de los implantes, hueso radiográficamente similar al que rodearía a un implante de lámina actual. Bobbio concluye que estos dientes artificiales son los primeros auténticos implantes endo-oseos conocidos.
Es muy probable que las implantaciones de los mayas tuvieran un bajo porcentaje de éxito ya que se desarrollaban en un medio contaminado, con materiales que desencadenaban reacciones inmunológicas, con los fenómenos de rechazo antes mencionados. y es probable que los restos encontrados, sean una excepción a las reglas y que el fracaso fuera la norma.
Pero esto demuestra que una civilización cientos de años anterior a la nuestra (600 DC) y sin medios tecnológicos para llevar a cabo operaciones de este tipo, se adelanta en el tiempo realizando unas practicas que partiendo de la intuición y obedeciendo a la estética de la época tiene, sin embargo una funcionalidad adecuada y que en este caso según las pruebas efectuadas tuvo una larga duración”.
Mas adelante Fauchard ya en el siglo XIX impuso la moda de los trasplantes de dientes de pobres a ricos.
Esta práctica se dejó de utilizar por la transmisión de enfermedades como la sífilis.
Cito a Diego Bagur en " La endodoncia del siglo XIX " en la Revista del Museo de la FUBA año 10 Nº19 1995.
"...es muy conocida la anécdota de Fauchard: un capitán acude al gabinete para que se le saque un canino superior y pregunta si es posible el transplante de otro canino sano. Ante la respuesta afirmativa hace entrar a un soldado, a quien le había pedido su diente sano. Realizado el transplante del diente 6 años mas tarde se constata el éxito de su tratamiento..." Lefoulon critica severamente el transplante de dientes 1841 considerándolo una operación inmoral ya que se trata de comprar el diente sano de una persona que consiente por necesidad a esa mutilación.
No estaríamos hablando de implantes sin la curiosidad del hombre, sin la evolución de la tecnología, sin el desarrollo de biomateriales
Durante todas las épocas el hombre intentó reemplazar sus piezas perdidas por diferentes métodos. Utilizo todo tipo de elementos y materiales disponibles para conseguirlo pero recién en los últimos años consiguió con ayuda de la ciencia y la tecnología, tener éxito en términos de perdurabilidad y de predecibilidad de los sistemas implantarios
La actitud del hombre de tratar de incluir los dientes en los maxilares fue recurrente a lo largo de la historia y lo que cambió entre los sucesivos intentos fueron las circunstancias.
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